En la historia del fútbol han existido ciertos equipos cuya trayectoria ha sido encumbrada con el paso del tiempo, ya sea por los títulos conseguidos como el Brasil de Pelé, el Real Madrid de las 5 Copas de Europa, la Argentina de Maradona, el Dream Team culé de los 90, contemporáneo del Milan de los holandeses o el Ajax de Cruyff; o bien simplemente, por el juego desplegado, como el Brasil del 82 o la Naranja Mecánica holandesa de los 70. Equipos que son recordados como héroes de guerra o reconocidos como eminencias que llevan el nombre de su profesión en el suyo propio. Conjuntos que se convierten en un recuerdo imborrable, y ayer el Fc Barcelona dejó su candidatura (más que merecida) a convertirse en uno de estos equipos.
Como aficionado al fútbol siempre oí hablar de jugadores de leyenda y equipos como los mencionados anteriormente y, para que negarlo, sentía una cierta envidia sana, pero afortunadamente ya saciada desde que el FC Barcelona se dispuso a seguir los patrones dejados en los 90 por Johann Cruyff de la mano de un hombre de la casa como Pep Guardiola, inculcando una filosofía de juego desde benjamines y marcando un estilo que situara el juego desplegado sobre el resultado final, ya que este debe ser la principal consecuencia del juego, y ayer se vio un claro ejemplo de esta consigna donde se ofreció una victoria al fútbol al son de Xavi Hernández, el guinista del partido perfecto (que injusticia sería que no recibiera el Balón de oro). Este artista demostró ayer que es el mejor centrocampista del momento y uno de los mejores de la historia dando un recital de como manejar el partido, cambiandoo el ritmo a su antojo y decidiendo con criterio y acierto todas sus intervenciones, vitales en su conjunto. Él es el emblema de la filosofía futbolística que impone el Barcelona y que refleja el triunfo de la cantera sobre cualquier otro camino al éxito. Además de demostrar el porqué de la "ausencia" de agresividad en los rivales que se enfrentan a FC Barcelona, y es que la fluidez que impone el de Terrassa y que se contagia por todo el equipo es inalcanzable para cualquier otro conjunto, imposible robar el balón cuando están de dulce, causa que explica el rondo gigantesco en que se convirtió el partido y con ello, el alto número de tarjetas que se vieron anoche.
Pero resulta injusto hablar tan bien de Xavi y no hacerlo de sus compañeros, Messi ganó en su duelo individual con Cristiano Ronaldo y demostró que no solo sabe marcar goles y ayer dibujó dos asistencias al Guaje, partidazo del asturiano con 2 goles, una asistencia y su confirmación en el sistema de juego culé, que habrían firmado el mismo Xavi o su alter ego, Andrés Iniesta, que se sumó al espectáculo con su elegancia habitual al asistir en el primer gol o comenzar la jugada del último, anotado por Jeffrén, que será recordado por lo que simboliza, la unión de un equipo basado en el éxito de sus cimientos, la cantera.
Aitor Soler
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Muy buen post.
ResponderEliminarEnhorabuena por el artículo y por el blog en general.
Un fuerte abrazo.
Borja Pardo