Ambos comenzaron la temporada estrenando dorsal, un número que a lo largo de sus trayectorias les ha acompañado y caracterizado. Todo indicaba que este año sería crucial en sus carreras deportivas, el que supondría el empujón definitivo para consolidarse en la élite. El abanico de expectativas era enorme en ambos, y el hambre de sendos futbolistas parecía ser insaciable hasta cumplirlas todas.
Uno venía de brillar en la fase final de la temporada pasada, tanto que a su entrenador, por su gran rendimiento, no le tembló el pulso a la hora de relegar al banquillo al fichaje más caro la historia del club. El otro, por su parte, parecía desperdiciar su primer año en España, el brillo mostrado en Francia parecía haberse apagado, pero la adaptación a un nuevo país y su juventud fueron motivos para darle otra oportunidad; la calidad no se olvida tan fácilmente.
Parecía pues que, tras la confianza depositada, el rendimiento de ambos quedaría fuera de toda duda. Y sin embargo, la primera fase de la presente temporada se convirtió en un calvario para los 2, tanto para Bojan Krikic, como para Karim Benzema.
El catalán volvió a vivir como su club se reforzaba con un fichaje contrastado en su posición, en una operación donde el precio era de nuevo coprotagonista. Además, no gozaba de demasiadas oportunidades para hacerse un sitio dentro de la plantilla, y cuando las tenía apenas las apovechaba. Mientras que en la capital, nadie entendía que el galo fuera titular por delante de Higuaín, Benzema mostraba cierta apatía sobre el terreno de juego, situación que lo condenó al banquillo y a ser el foco de las críticas por parte de la prensa, de la afición, incluso de su entrenador y compañeros.
La confianza mostrada a inicios de la temporada parecía en vano, y las críticas eran cada día más abundantes. Pero algo cambió, y el fútbol volvió a mostrar uno de sus misterios. Fue primero el francés en contestar a las críticas con su visible mejora, ya nadie recuerda su peor versión, ya habrá tiempo de hacerlo cuando atraviese algún bache en su juego, pero bien es cierto que vuelve a ser el que brilló en Lyon, a aquel joven que se le comparó con Ronaldo, un portento físico no exento de técnica y demoledor de cara a puerta. Seguramente sea esta una de las pocas características que le unen a Bojan, a parte del dorsal y la posición, el Noi de Linyola tiende más a ser un goleador nato: no es sobresaliente en ninguna faceta, pero a pesar de ello lleva el gol en la sangre, y sin embargo esta temporada no estaba disfrutando de su mejor atributo, estaba en deuda con el gol, y parece que esa deuda comienza a cobrarse. Ha tenido que lesionarse Pedro para gozar de varios partidos consecutivamente y no ha defraudado, 2 goles, que tanto le hacían falta, y que han sido de gran ayuda para el equipo.
Ahora se vislumbra de nuevo algo de confianza en los que antes eran sus más aférrimos detractores, hecho que sin duda ellos agradecerán con algo que, hasta hace poco, no poseían: la confianza en ellos mismos, una confianza que nos hará disfrutar a los amantes del fútbol de dos de los mejores 9 del futuro.
Aitor Soler
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Eso de que Benzema empezó de titular la temporada no es verdad xD Higuaín empezó el año de titular y Benzema suplente. Y si, dos nueves de futuro... pero cuando vuelva Pedro, Bojan volverá al banquillo... y aunque se le den más oportunidades, siempre va a tener por delante a Villa, Messi, Iniesta y Pedro. Dudo mucho que triunfe si no se va de allí. Y Benzema, si sigue así, creo que jugará en el Madrid de calle, aunque eso si, acompañado del Pipita. Imagino un tridente Cristiano, Higuaín y Benzema, los tres al máximo nivel.
ResponderEliminarYo soy el primero que dice que Bojan no deberia estar en el Barcelona, pero creo que demostrara lo que realmente vale en la final de la copa del rey, ese va a ser su partido. Kev
ResponderEliminarPero no debe estar no porque sea malo, si no porque la gran competencia que hay le está frenando la proyección. La final de Copa, veremos si la juega...
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