sábado, 6 de agosto de 2011

Un cambio de época

Lejos quedan ya el golazo de Zidane ante el Bayern Leverkusen que le daba su novena Champions al Real Madrid, el gesto de Raúl mandando callar al Camp Nou, o el más que merecido título de Liga obtenido tras una remontada en la última jornada de liga frente al Mallorca del Caño Ibagaza. Pero después de ver la pretemporada del equipo blanco, y de repasar uno a uno la plantilla de este año es inevitable pensar que el club también deja lejos a ese Madrid de las celebraciones brasileñas de la cucaracha, de los numerosos cambios en el banquillo, por el que han pasado Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Capello, Schuster, Juande Ramos, Pellegrini y desde el 2010, José Mourinho. Demasiados cambios durante los últimos 8 años, dónde tan solo se han sumado cuatro títulos, bagaje pobre para un club tan laureado como es el Madrid.

Parece que esa mala racha y esos años pobres en los que caían en octavos de la Champions, y eran arroyados en la Copa por humildes equipos como el Alcorcón han acabado. Clave ha sido construir un equipo con estrellas de la talla de Cristiano Ronaldo o de Özil. Pero también traer a un entrenador como Mou, y sobre todo mantener la plantilla sin poner patas arriba el vestuario, el banquillo o la directiva. Este es el camino correcto por el que ha decidido ir el Real Madrid para volver a ser temido en Europa y para volver a liderar la Liga.

Y plantilla para hacerlo tiene, ya que cuenta con un equipo tremendo liderado por CR7, en el que destacan Özil, Benzema o Di María en el ataque, pero que no se queda atrás en el resto del campo con jugadores como Casillas, Ramos, Marcelo, Pepe, Coentrao, Alonso o Sahin.
Con el carácter de Mou, el juego ya definido que ha impuesto en el equipo blanco y el potencial de sus jugadores podemos pensar que estamos ante una de las mejores plantillas del club blanco. Razón por la que han aparecido miles de comparaciones con la plantilla de la Quinta del Buitre o la de las cinco Champions liderada por el mítico Di Stéfano.

Lo que está claro es que hacía décadas que no se completaba una pretemporada ganándolo todo, y si se llevan la Supercopa frente al máximo rival este equipo cogerá una moral, que sumada a todo lo nombrado anteriormente hará de este equipo un rival casi imparable. 

Javier Gil

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