Hace poco más de 4 años, España era el hazmerreír del deporte Rey. Tiempo después, la selección española se convirtió en la máxima expresión del fútbol mundial. Se ganó la admiración de todos los aficionados y expertos de la materia. Ahora, la envidia ha corrompido gran parte de esa admiración, síntoma de que España ha dejado de ser una simple moda para convertirse en toda una hegemonía, que está a una victoria de transformarse en leyenda.
Ser leyenda es una meta que el equipo dirigido por Del Bosque tiene a su alcance. La selección española cuenta con los mejores medios, y nunca mejor dicho, para lograr la hazaña. España tendrá en frente a Italia, un rival al que nunca ha ganado en partido oficial. Una de esas barreras inexistentes que rodean el fútbol, y que España ya se encargó de derribar hace cerca de 4 años en el Prater de Viena, hace cerca de 2 en el Soccer City de Johannesburgo, y hace tan solo una semana en el Dombass Arena de Donetsk ante Francia. En la balanza del fútbol la historia no tiene nada que hacer ante el talento.
España no solo tiene ante sí la oportunidad de vencer de nuevo a la falacia de la historia, sino de dejarle claro al mundo entero que la historia no es un argumento, sino un logro del que unos pocos privilegiados pueden presumir. Unos privilegiados como nosotros por poder gozar de este equipo. Lástima que solo sea fútbol.
Aitor Soler
Tweet
No hay comentarios:
Publicar un comentario