sábado, 26 de octubre de 2013

El Clásico de las incógnitas

El Clásico del fútbol ya ha llegado, y como el buen vino, su sabor mejora año tras año. Nuestro paladar futbolístico volverá a disfrutar del mejor fútbol del mundo. Temporada tras temporada, las plantillas de Barça y Madrid crecen en talento. Sus variantes de recursos rompen límites año tras año, y sus dos máximas estrellas dejaron hace tiempo de destrozar récords, para crear los suyos propios. Pero pese a la buena calidad de la uva, la vendimia no llega en el mejor momento.

Barça y Madrid se verán las caras en un partido que llega demasiado pronto para ambos. Los hombres del Tata parecían imparables hasta hace una semana, pero 2 pinchazos consecutivos han hecho saltar las alarmas del derrotismo culé. No obstante, Gerardo Martino, que ya ha demostrado que no le tiembla el pulso a la hora de hacer auto-crítica, no mostró ningún signo de preocupación cuando le preguntaron por el bajón del equipo, declive que se ve reflejado en la presión del equipo sobre la salida del rival, inexistente en los últimos partidos.

El Tata ya lo avisó a finales de agosto, nada más ganar la Supercopa ante el Atlético: "No tenemos tiempo para entrenar físico en los entrenamientos, dudo que podamos hacer la presión en todos los partidos". ¿Volveremos a ver al Barça de la presión feroz sobre el rival? Con las pilas cargadas, los de Martino pueden volver a ser la apisonadora que eran hace tan solo unos días.

¿Y cómo puede escapar el Madrid de esa apisonadora? Recursos tiene de sobra, solo queda que Ancelotti los sepa encajar, labor en la que parece haber avanzado más en los dos últimos partidos que en los dos meses de competición. Ante Málaga y Juventus, se pudo ver un Madrid más versátil, cómodo a la hora de atacar tanto en estático como al espacio, alternando el pase corto con el juego en largo, alternancia que puede desactivar la presión del Barça, pero también potenciarla.

Pese a la mejora, el Madrid parece haber perdido ese instinto asesino con el que ha dominado al Barça en los últimos clásicos. Quién sabe si la versatilidad de Ancelotti es mejor que la especialidad contra-golpeadora de Mourinho para vencer al máximo rival.

Demasiadas incógnitas que se presentan en la víspera de la vendimia. Esperemos que el vino no salga picado.

Aitor Soler

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