Miles de emociones disparó el choque entre Barça y Arsenal, desde el augurio de una noche mágica para el barcelonismo, hasta un derrotismo débil, pero latente y renacido con el gol gunner. Sin embargo, unos jugadores se han propuesto borrar ese miedo que ha acompañado a los culés de tantas generaciones a base de pasión y entrega, algo que al fin la afición ha sabido captar. El Camp Nou ha respondido, el feudo azulgrana ha sido el de las grandes noches europeas, y la confianza es ahora la que late con más fuerza que nunca.
Vayamos por partes. Más allá de la gran trascendencia del partido, el protagonismo de la eliminatoria recayó, en gran medida, en la bajas de ambos conjuntos. Mientras que en Can Barça la ausencia de Puyol parecía hacer temblar el engranaje defensivo culé, en tierras londinenses un Arsenal mermado por las bajas se clasificaba para la final de la Carling Cup. Razones que supondrían una prueba de fuego para los banquillos de sendos clubes y una inyección de moral en caso de superarla, que cayó de lado azulgrana, contando todos sus partidos por victorias y donde los no habituales, como Mascherano, Keita o Adriano, tuvieron un gran papel. Mientras tanto, el Arsenal no conseguía romper su racha de 6 años sin llevar un título a sus vitrinas, perdiendo la final ante el Birminghan de forma trágica.
Por lo tanto, las dudas sobre el fondo de armario azulgrana fueron disipadas en el mejor momento de la campaña, hecho que fue un plus importantísimo de confianza para toda la plantilla y afición. Guardiola ya dijo que la participación de los suplentes es fundamental para el éxito, palabras que quedaron con ratificadas con las buenas actuaciones de Adriano, y sobre todo de un Mascherano que justificó su apodo de "el Jefecito", imperial en la recuperación y vital en el último ataque gunner, su jugada bien puede valer una Champions.
En otros aspectos cabe destacar la importancia de los galones. Para llegar a ser el número 1 no vale solo con ser un privilegiado física y técnicamente. Conlleva la responsabilidad de aparecer en los grandes partidos, de marcar las diferencias en momentos difíciles. ¡Y qué mejor escaparate para hacerlo que en la Champions League! Messi no se arruga en los partidos importantes, ya lo demostró la pasada edición también ante el Arsenal firmando una actuación únicamente a su alcance, esta vez no pudo repetirla pero nadie se lo echará en cara: abrir el marcador con un tanto de hemeroteca y no errar desde los 11 metros para encaminar la eliminatoria, dos goles que significaron el premio a su gran partido.
Sin embargo, Messi tiene la suerte de compartir los galones con otros dos maestros del balón. Las actuaciones de Iniesta y Xavi (tanto crucial el suyo para igualar la eliminatoria) no se quedan atrás respecto a la del astro argentino, ambos hilvalaron las jugadas de su equipo, dando un recital en el centro del campo, convirtiendo al Arsenal en un equipo simple y vulgar, y minimizando a sus 2 máximos estandartes, Cesc y Wilshere.
Para finalizar, es obligatorio destacar la importancia de esta responsabilidad, la cual es discriminada bajo la sombra de lo que solo capta la vista. Estos jugadores a parte de ser capataces en el juego de su equipo, lo fueron también para que la afición venciera su derrotismo y convirtiera al Camp Nou en una erupción de confianza ciega en sus jugadores. Y es que la vista, saturada en captar la belleza del juego, en ocasiones es incapaz de ver el liderazgo y sacrificio de sus jugadores. Características tan innatas como las dotes futbolísticas, pero que mantienen el vínculo con el público, que ve en este esfuerzo la obligación de agradecerlo con la confianza, una confianza que llevó en volandas tanto al equipo como a la afición a cuartos de final y que en cada partido inunda el feudo blaugrana, no es para menos.
Aitor Soler
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La afición del Barça no puede quejarse de su equipo en los últimos tres años, así que es normal que esté agradecida por el gran juego que despliega y por todos los títulos que logran. Lo que me parece deplorable es que piten a Cesc Fábregas cuando llevan pidiendo su fichaje desde hace años y además de que el propio Cesc dijera que le gustaría ir al Barça en un futuro.
ResponderEliminarY del juego del Barça ayer, yo creo que más que el peso de los galones de jugadores como Messi, Xavi o Iniesta, ayer se vio a un gran conjunto. Controlar la posesión durante todo el encuentro, recuperar el balón con esa presión asfixiante tan cerca del área y lograr que Valdés no tuviera que hacer una misera parada en todo el partido, es mérito de todos. Messi metió los goles, e Iniesta y Xavi pusieron la clase, pero si ganó el Barça fue por lo bien que jugaron en conjunto, como si fueran uno solo.
Pero ellos son los que llevan a cabo esa unión, aunque el mérito este repartido justamente entre todo el conjunto, ellos 3 son los pilares básicos, sus compañeros dependen de ellos, ellos lo saben y se toman esta responsabilidad como mejor pueden, disfrutando en el césped. Esta dependencia puede suponer un punto débil, pero en todos los grandes equipos de la historia han participado grandes jugadores, y han dependido de ellos, como el Santos de Pelé o el Ajax de Cruyff. Por ello son considerados cracks, las diferencias solo las amrcan los elegidos.
ResponderEliminarEso en general, en una temporada completa del Barça. Pero contra el Arsenal, le doy el mérito a todos en conjunto más que a los tres de siempre.
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