
Guardiola se despedirá del Barça en la final del torneo con el que comenzó su hegemonía. Aquel 13 de mayo de 2009 el rival también fue el Athletic, y Pep también se vio obligado a hacer experimentos en defensa debido a las bajas. Pero el de Santpedor no se quedó ahí, en aquel partido Messi comenzó a consolidarse como falso delantero, la posición que le ha llevado al Olimpo del fútbol. Aquel día nadie pensó que ese título sería el comienzo de un ciclo tan glorioso, y mañana nadie debe pensar que con la marcha de Guardiola esta etapa toca su fin. Su ciclo como entrenador acaba, pero la era del Barça continúa.
Aquel Athletic fue el embrión de este. Bielsa le ha dotado de personalidad y estilo, algo que desconocían en San Mamés. Pero Caparrós fue quien sentó las bases, quien hizo resurgir el rugido de Lezama. Esos cachorros de entonces, ahora leones, están hambrientos de títulos y desean olvidar el varapalo de Bucarest. Hasta ahora, la suerte le ha dado la espalda a Bielsa, pero el fútbol siempre acaba devolviendo todo lo que le das, y pocos entrenadores han aportado tanto como el Loco.
Es hora de disfrutar de esta final. El fútbol solo se lo agradecerá con el título a uno de ellos. Y hablar de cuestiones políticas ante una final como esta es olvidar a los protagonistas que en estos últimos meses nos han hecho sentir unos privilegiados. Ha llegado el momento de agradecer su buen trato al balón. Porque como dijo también Valdano: "Quien trata bien al balón, trata bien al espectador".
Aitor Soler
Tweet
No hay comentarios:
Publicar un comentario