viernes, 17 de mayo de 2013

Final de Copa: la respuesta a la pregunta eterna

Casi década y media (14 años) lleva el Atlético sin vencer a su vecino y eterno rival, el Real Madrid. Se dice pronto. Lejos queda aquel 30 de octubre de 1999, en el que Hasselbaink hizo estallar el Bernabéu. Un recuerdo imborrable para muchos aficionados colchoneros, pero inexistente para otros más jóvenes, que se siguen preguntando "¿por qué somos del Atleti?" 

Una pregunta que no abandona al aficionado rojiblanco, y que comienza a estar grabada en la historia del club colchonero. Pero hoy, 17 de mayo de 2013, es el día señalado para que el Atlético solucione al fin la eterna duda de su afición, y hacer que esa pregunta no vuelva a oírse jamás en la ribera del Manzanares. Difícilmente encontrará mejor escenario para lograrlo que el que se presenta esta noche en el Bernabéu. 

Para ello, el Atlético debe dejar atrás las estadísticas históricas y olvidar los tópicos desfasados como el clásico "ya toca" o el tan mencionado "este año sí", argumentos que dicen poco o nada a su favor y que ya le han traicionado en derbis pasados. Los de Simeone tienen motivos futbolísticos para lograr hacer daño a su rival. Y es que el Madrid llega con su columna vertebral más que tocada, mientras que los colchoneros vuelven a parecer aquel equipo intenso que aspiraba a destruir el binomio Madrid-Barça a comienzos de temporada.

El físico marcará la diferencia en la final, pero también el plano mental puede decidir el partido. También en el deporte, el cerebro es el músculo más importante. El Atlético llega al Bernabéu con la sensación del trabajo bien hecho, club y afición están más unidos que nunca, y el equipo tiene todo en su mano para que, se gane o se pierda hoy, esa comunión siga inquebrantable. El Madrid en cambio atraviesa una crisis institucional, un abismo separa a todos los estamentos del club, desde la afición a la junta, pasando por el vestuario. La amenaza de terminar la temporada en blanco es la gota de un vaso que podría colmarse hoy, como pasó aquel 30 de octubre.

Al igual que hace 14 años, Casillas no estará en el 11 titular, y el entrenador madridista tendrá las horas contadas al mando de la nave blanca, aunque la marcha de Toshack no era tan clara como lo es la de Mourinho. Pocas semblanzas más presenta la final de hoy respecto al derbi de 1999. Los atléticos quieren una respuesta a su eterna pregunta, y el Atlético no tendrá ocasión mejor para darla. La solución quizá la tenga un chaval, que al igual que tantos otros jóvenes atléticos, desconocen por qué son del Atleti. Quizá Oliver Tores, sin saberlo, tenga la respuesta en sus botas.  

Aitor Soler

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