miércoles, 1 de mayo de 2013

La agonía del mourinhismo

El Madrid cayó ante el Dortmund, y el sueño de la décima se esfumó de nuevo. Pero pese a la eliminación, ayer el club blanco no fue el gran derrotado. La forma de caer hizo reencontrarse al Madrid con su historia y con su leyenda, aquella que ha sido usurpada por un portugués que se ha permitido el lujo de dar lecciones de madridismo en su estancia en la capital española. En la derrota del Madrid ante el Dortmund, Mourinho fue el gran derrotado. La gran mentira fue descubierta.

El Madrid tuvo Wembley a 1 gol. Rozó el milagro gracias a su épica y a su grandeza, esa que atemoriza a cualquier rival. Ante el Dortmund se pudo ver al Madrid de las grandes noches, los alemanes no pudieron evitar venirse abajo cuando vieron al coloso blanco golpear con acierto su portería. A partir de ahí, los jugadores del Borussia fueron víctimas del pánico, de ese miedo escénico del que tanto se ha hablado en las noches épicas del Bernabéu. El Madrid menos mourinhista de los últimos tiempos fue capaz de poner entre la espada y la pared a un rival que parecía invencible, pero no fue suficiente con eso.

Porque el Madrid no perdió la eliminatoria en el Bernabéu, su entrenador la perdió en el Signal Iduna Park. Los jugadores no tuvieron otra que encomendarse a la épica, algo que al Madrid por historia le sobra, pero le faltó fútbol, el gran fracaso de su técnico. Fracaso del que horas antes del partido dijo que se haría responsable si el Madrid era eliminado. Pero no, Mourinho solo fue capaz de declarar su amor por Inglaterra, y llorar por el arbitraje. Lágrimas que poco tuvieron que ver con las de Iker y Ramos, emblemas del escudo blanco a los que se les ha acusado de ir en contra de los intereses del club.

Toda la trama conspiratoria (pseudo-madridistas, madridistas disfrazados, etc.) que ha montado Mourinho en los últimos 3 años se derrumbó sobre él. Su Madrid solo fue capaz de vencer a un grande en Europa, el Manchesert United, y nadie se atreve a negar que si no llega a ser por la expulsión de Nani la historia podría haber sido bien distinta. Ante el Dortmund y en el Bernabéu, la épica blanca decidió reconciliarse con el equipo que le dio vida. No sirvió para llegar a Wembley, pero sí para desterrar al usurpador. La leyenda madridista ha existido antes y con Mourinho, y seguirá existiendo sin él.

Aitor Soler

2 comentarios:

  1. Vaya articulo mas partidista. Mou entre otras cosas dio gracias a la aficion y dijo: "solo estar 1minuto en este club merece la pena porque es el mejor club del mundo"

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  2. Que mentira y mierda más gorda. Anda a pelartela.

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