lunes, 15 de julio de 2013

El mensaje de Guardiola

Hubo un tiempo en el que pisar el césped del Camp Nou era el gran premio al que la mayoría de chavales de la Masía podían aspirar. Llegar a formar parte de la primera plantilla era una idea que muchos ni se podían plantear. Solo unos elegidos verían recompensada su trayectoria en las categorías inferiores del equipo azulgrana. Pero con la llegada de Guardiola, ese tiempo pasó. Junto con él, varios jóvenes llegaron a la primera plantilla. Busquets y Pedro fueron los primeros, pero no serían los únicos.

Lo que años atrás era una locura pensar, se estaba convirtiendo en la mejor de las realidades: El mejor Barça de la historia estaba formado por chavales de la Masía. Busquets y Pedro encabezaron una lista infinita de jugadores que, pese a no contar con tanto protagonismo como ellos, fueron importantes en el Barça de Guardiola, como Thiago, Jeffren, Montoya o Tello. La cantera era la primera opción para reforzar el primer equipo. El temor a la competencia exterior había acabado. Y esa ausencia de miedo es la que ha acabado con la carrera de Thiago en el Barcelona.

En el momento en el que dejas de temer, es cuando más vulnerable eres. Thiago fue víctima de una confianza desmesurada que ha acabado con su carrera en el Camp Nou. Porque al mayor de los Alcántara no le han faltado minutos, le ha faltado paciencia. Con apenas 22 años, no puedes derrocar a Xavi a las primeras de cambio. Aunque te sobre talento, necesitarás el talante que él tuvo para suceder a Guardiola. La prioridad que se le da a la cantera es un privilegio, y no una garantía que te asegura un puesto en el 11. ¿Tito culpable? El primer responsable en la salida de Thiago, es el propio Thiago. El primero, y seguramente el único...

Porque se le puede achacar a Rosell el "bajo" precio sacado por el jugador (aunque primero habría que debatir si 25 millones € por un futbolista que aún no ha demostrado nada es mucho o poco), pero no su marcha del Camp Nou. A Tello, con una cláusula inferior a la de Thiago, y con una competencia igual de feroz en su puesto, aún no se le ha oído quejarse. 

Como el marinero que aspira a ser comandante nada más llegar, Thiago abandona resentido la nave que le llevó a alta mar para reencontrarse con el capitán que le alistó por primera vez. Guardiola, ahora a los mandos del trasatlántico bávaro, quiere recuperar a uno de los mayores talentos que ha dado la Masía y recordarle el mensaje que dejó en su estancia en el banquillo del Camp Nou. Ser canterano no supone ser el ojito derecho de nadie, es un privilegio, no una garantía; es una oportunidad que merece ser luchada, no una predilección inmerecida. Con Guardiola al mando, Thiago deberá tenerlo de nuevo en cuenta si quiere ser la estrella que ya cree ser. Hasta ahora, solo ha conseguido ser un mal ejemplo para el resto de canteranos. Pese a la confusión que causa su marcha, el mensaje de Pep debe permanecer intacto.

Aitor Soler

1 comentario:

  1. Felicidades por el post! Por fin alguien escribe algo con sentido respecto al caso Thiago. Totalmente de acuerdo con lo que dices. Suerte con el blog! @sog9

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