Podría hablar del más que posible futuro blaugrana de Cesc Fábregas y Alexis Sánchez. Podría expresar mi opinión acerca de los refuerzos low cost del Madrid y sus dos grandes objetivos aún sin cumplir, Kun Agüero y Neymar. Podría catalogar a Chelsea y Manchester City como valientes que osan desafiar a una crisis, cada vez más presente en el fútbol. Pero dudo que me equivoque al afirmar que estos temas están algo saturados por la prensa. Motivo por el que rechazaré hablar de ellos, por ahora.
Es la época de fichajes, que en ocasiones parece tener más emoción que el propio campeonato. Los rumores se hacen una constante tortura en este período. Juegan con la ilusión del aficionado, que ansía ser informado y se encuentra con culebrones repetitivos que no parecen acabar. Más que mercado de fustolistas, a veces parece que lo que se comercia es ilusión. Menos mal que de vez en cuando ocurren acontecimientos que te recuerdan que la ilusión es un bien inmaculado.
En ocasiones, la principal función del mercado de fichajes es devolver la ilusión a una hinchada tras una mal año. Tarea difícil, ya que las noticias que llegan se suelen centrar en los grandes equipos o en las grandes contrataciones, y si se ausentan siempre queda la vía especulativa. Es decir, la ilusión no tiene un reparto equitativo. Pero esto no ha de ser un problema. No hay mayor ilusión que la de animar a un equipo, y que este se muestre orgulloso y agradecido de tener ese apoyo. Que ambas partes sean un todo. Porque la ilusión no tiene precio.
Una ilusión con la que se han armado los aficionados del Deportivo para, unidos, volver a la máxima categoría del fútbol español. El calvario del descenso fue un duro golpe, como dura será la larga travesía por la división de plata. Pero la hinchada blanquiazul ya ha allanado el camino al superar el número de abonados de anteriores años. Un suceso increíble y poco habitual, cuyo único artífice ha podido ser la ilusión de saborear el regreso triunfal del conjunto herculino al lugar que le corresponde.
En las luchas por el ascenso aún se respira el verdadero fútbol. Un fútbol que respirará una ciudad ilusionada por facilitar el arduo recorrido de vuelta a su equipo, al que solo le queda responder en el campo. Con tal apoyo solo hay una respuesta posible. Veremos si aciertan.
En las luchas por el ascenso aún se respira el verdadero fútbol. Un fútbol que respirará una ciudad ilusionada por facilitar el arduo recorrido de vuelta a su equipo, al que solo le queda responder en el campo. Con tal apoyo solo hay una respuesta posible. Veremos si aciertan.
Aitor Soler
Enhorabuena por la entrada, Aitor. Estoy 100% de acuerdo. El Depor volverá a dónde merece este año. Yo ta hice un par de entradas como esta en mi blog, puedes visitarlo aquí: http://www.once-contra-once.blogspot.com/
ResponderEliminarUn saludo. @josealleguevi